La eternidad no es duradera
No voy a cambiar
aunque la lluvia deje de caer azul
aunque yo deje de pensar en mí
y este puto pueblo muera
como mueren los árboles en otoño.
Piensa que mi vida
puede llegar a ser demasiado corta
y no deseo demasiadas complicaciones.
No puedo estar pegado
a tus
labios secos y rotos
aunque el cielo se llene de estrellas
aunque yo deje de estar en tu vientre
y este mundo se apague
como se apagan mis cuadernos sin ti.
Piensa que mi cabeza
puede llegar a retorcerse demasiado
y no deseo volverme loco, hoy.
No puedo estar pegado
a tus
labios, secos y rotos.
[ este es otro de esos poemas que han aparecido en una caja llena de sorpresas. y recuerdos. y presentes pasados. y pasados caducados. creo que no debería darle demasiadas vueltas a los pasados sufridos. quedarme solo con los buenos momentos vividos. disfrutar del presente. y, sobre todo, creer en mi futuro. prometo que mañana pondré un poema alegre, de esos que hablan de hoy. de hoy. de hoy. incluso, de mañana ]
7 comentarios:
mua!
y
tú
también eres
un poco
como esa caja de sorpresas
de las cajas salen más poemas que jerseys... que así sea.
Jajajajajajaja, bueno al menos son jerséis bonitos.
Los recuerdos solo son esquejes muertos. No tienen más vida que la que tuvieron. Pero siempre hay que aprender y tener en cuenta lo que nos proporcionaron.
Me ha gustado.
sigue así
aunque el chocolate empiece a ser salado
aunque los domingos dejen de ser de resaca
aunque el mundo pare y nos deje boca-abajo
no no no
no cambies
y vive cada día como si el mañana no fuese a existir...
un besito
Niñopoetavocalcajadesorpresasporcabeza, me gusta que te guste, y te mando besos mil para endulzarte el lunes, mua!
Publicar un comentario