como dos niños...
es como la ilusión de dos niños que juegan con sus nuevas preciosas pelotas de colores que botan, rebotan y vuelan hasta el cielo, y vuelven a sus manos para hacerles sentir como un pájaro.
dos niños, inseparables, que corren sobre el fuego sin quemarse los pies porque no han conocido el miedo que les tiene prepara esta vida; y descubren la felicidad de sonreír mientras corren observando el vuelo de sus pelotas de colores sobre sus cabezas.
[ años después ]
– Me has robado mi inocencia, mis ilusiones, mis únicos días felices; me has arrancado los colores; me has borrado todas mis sonrisas; me has escondido los recuerdos. Y, ahora, pretendes que te mire a la cara como cuando éramos niños y jugábamos a ser mayores y le hablabas a nuestra hija, esa que ya nunca tendremos. Me has robado el amor, y eso es lo único que no puedo perdonarte.
4 comentarios:
Te daré el amor, incluso si quieres te lo hago, pero nunca te robaría los colores, mi pequeño príncipe con andamios (en proceso de reforma).
Muaks
PD: no sé porque habiéndonos visto tan poco te tengo tanto cariño... habrá que verse más para argumentarlo... para cuando unos vinitos?
puedes seguir corriendo sobre el fuego sin quemarte los pies. y puedes volver a pintarte de colores. yo me sentí así una vez. hace muchos años. y luego volví a correr sobre el fuego. y me pinté. otra vez. de colores.
Queridos todos, lo siento muchísimo pero tenemos que suspender la cena en mi casa programada para el sábado 9. Como me temía, nació el bebe de mis vecinos (precioso por cierto, se llama Sebastián y ha pesado 4 kilos). Los que ya habéis venido otras veces, sabéis que no somos nada discretos, ni somos capaces de cortar hasta las mil, así que espero comprendáis que no estaría bien teniendo un bebe recién nacido en la pared de al lado. Os pido disculpas de nuevo y aunque lo hablaremos antes, no muevo la caja de vino que llevo en el maletero para tomárnoslo en Sacedón (no vale para hacer calimocho, advierto). Besos apretaos.
A mi un día, una compañera de trabajo, de cuando era DJ en una discoteca de Madrid, me miró a la cara y me dijo:
- Ya no me gustas, ahora eres mayor. Me gustabas más antes, parecías más inocente.
Y me jodió.
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