martes, 29 de enero de 2008
viernes, 25 de enero de 2008
miércoles, 23 de enero de 2008
d e s p a c i t o
andemos despacito
por el parque donde jugarán nuestros hijos,
andemos despacito
para no dañar nuestros tobillos.
y nuestros besos d e s p a c i t o s
para disfrutarlos,
porque despacitos, son más dulces
juguemos a las casas de muñecas
a jugar con los perros
a encontrar nuestro rincón de madrid
y a descubrir ciudades que no existen
hagámoslo todo despacito
porque despacito sientes como te acaricia la vida
y saltaremos por el mundo
agarrados de la mano
y nos diremos te quiero con la mirada
vestidos con ropas feas de colores
y reiremos del pasado con lágrimas en los ojos
esta vez de tanto reír
mañana
todo estará pasado
y los tiempos se habrán parado en nuestra casa
d e s p a c i t o,
porque está lloviendo,
al menos lloviendo en mi corazón
hoy, todo lo que necesito,
es que no te sientas sola en el mundo.
miércoles, 16 de enero de 2008
martes, 15 de enero de 2008
la vida me mata
He querido vivir tan deprisa
que la vida me oprime el pecho
ahogando mi respiración.
Llorando mis días
de tanto dolor acumulado
entre mis labios moldeados
al gusto del color de la luna
y su amanecer asesino.
Como el que no quiere la cosa
esto se convierte en una carta de despedida
de un poeta sucio y despreciado.
Un poeta fecundado
entre noches dicharacheras
de dudosa credibilidad.
Porque seguramente ya me haya vuelto loco
y todo sea una mentira
como aquellos días en los que creí vivir muerto.
Como el que no quiere la cosa,
siempre me he reconocido como poeta suicida,
sin suicidio.
Como el que no quiere la cosa.
la vida, esa que tanto he vivido,
me mata
jueves, 10 de enero de 2008
Hace tiempo que ya no escribo
Hace tiempo que ya no escribo
y es que he dejado de creer en las cosas bonitas
en los poemas que lo saben todo
y en los versos de mentira.
Hace tiempo que ya no escribo
y es que he dejado de creer en la poesía,
en los llantos y en las soledades,
en los viajes astrales,
en la prosa recortada
y en las cartas a ningún amigo.
Las calles ya no andan
y las miradas ya no me miran con es debido.
He dejado de creer en las cosas bonitas
y en las feas también,
en las ciudades, en los cielos,
en las olas de agua dulce,
en los dulces de chocolate sin azúcar
y en las recetas milagrosas.
Hace tiempo que ya no escribo
y será porque ya no hablo con la mirada,
será porque bebo de la vida descafeinada,
será porque me convertí en un cobarde cualquiera
y hago tonterías como comprar regalos caros por navidad.
Hace tiempo que ya no escribo
y hace tiempo que dejó de preocuparme.
Hace tiempo que ya no lucho
e incluso me parece una buena idea.
Ya no miro las piernas que me muestran las faldas cortas
ni me pongo cachondo cuando me tocan el culo.
creo que he follado demasiado;
eso sí, me hago pajas a diario.
Soy un tipo vulgar, lo sé,
y no me importa una mierda que lo pienses.
Creo que he vivido demasiado,
por eso no me importan las cosas bonitas,
ni las cosas pequeñas.
Hace tiempo que ya no escribo
porque he dejado de soñar.
martes, 8 de enero de 2008
y aquí, que no pasa nada.
tus disfraces y cuidados,
nuestras juergas,
y mis lágrimas sobre el frío suelo de la guardería.
nuestra infancia,
los discos de calamaro
y aquel concierto de héroes del silencio.
tu mirada,
tus dolores que fueron míos,
aquella mirada que dolía.
parece que los años no pasan...
miércoles, 2 de enero de 2008
siempre siempre
he sido una persona sobria de colores
austero de figuras
de manchas en las realidades
y de geometrías imposibles.
siempre siempre
he sido una persona sobría de licores
porque cuando bebo cojo el vaso de la vida con la mano izquierda y me tiemblan las verdades.
creo que todavía no estoy preparado para ser padre
porque no sé donde he estado en las tres últimas vueltas de la aguja grande de mi reloj pequeño;
soy demasiado mayor (para ser feliz)
para trazar líneas de colores entre nuestros dos puntos numerados
y dibujar figuras que no existen, y en las que nunca nunca he creido.