jueves, 4 de diciembre de 2008

ese negro delgadito, de movimientos lentos y torpes

Cruzo 3 veces diarias la Glorieta Ruiz Giménez (más conocida como san bernardo). 5, 6 o 7 días a la semana. y al menos 40 veces al mes me encuentro a un negro delgaito sentado en el banco que hay frente al banco ese de madrí que tanto odio.
Yo iba, yo venía, yo volvía. y el viejo negro delgaito con sus lentos y torpes movimientos.
Hace no demasiado tiempo, yo, hacía el bukowski con sus jam sesions de versos. él esquivó torpemente un coche con música de rage againts the machine con los altavoces mirando hacia fuera, tropezando con a esos boliches que puso ingeniosamente gallardón siendo alcalde de madrid, a punto de caer al suelo. carlos, amigo mío carlos salem, cargado con los hielos para cargar las copas. le agarró de la mano, y evitó que clavará sus cuernos en el suelo.

Estuvo sentado allí un par de horas y la llegada de la gente le molestó y se fue. Antes, habíamos hablado de crear fotos con sonidos, con olores. Su voz rota y pausada.

Conocía a charlie parker, pero no era su primo.

No quiso darme su número de teléfono porque no éramos amigos. Yo sonreía. Y ahora, cuando cruzo la glorieta de Ruiz Gimenez (más conocida como san bernardo) le miro y sonrío. Y algún día le regalaré el libro del pirata o del bebedor de absenta que él ha parido, sin darse cuenta.

5 comentarios:

isabel dijo...

ala, si???? enséñamelo algún día

m dijo...

enséñamelo a mi también, a casimiro quiero decir.

U.B dijo...

Qué bonita historia, Marcus.

Anónimo dijo...

de m para m

escrito por Alberto García Alix

La heroína funde tiempo y espacio. Destruye toda ambición de ser…
Esa es su fuerza.

La heroína tiene un precio.
Hay que pagarlo.
Mala suerte y dolor.

Me río yo de las penas. Las narcoticé todas.

Qué apretado rencor es el del tiempo…

Bajo esta luz que arrastra mi mirada a las sombras, mi memoria gira
desenfrenada.
Los recuerdos se agitan.

La fotografía encadena mi memoria. No sólo la constriñe a lo visto.
La melancólica emoción de lo irrecusable se hace visible.
Y asumo mi culpa, esa de la que el Ángel decía que los amigos éramos el alma.

Camino sin saber dónde voy.

Me pregunto si he pasado la vida huyendo o buscando un imposible.
Siempre hay algo en común…

Sobre sombras rotas, libro un ajuste de cuentas…

El amor y el dolor ante mí se besan con su mismo triste sonido.

El primero en morir fue mi hermano Willy y la primera en nacer
fue su hija Nuria.
Una lección magistral de vida.

Teresa estaba convencida de que éramos jóvenes con alma de héroe
y Fernando decía que vivíamos desencajados en un estrato marginal.

Mi única disciplina era la misma que hoy: hacer fotos.

Los amigos de aquellos días y nuestra común odisea, congelados.

Éramos jóvenes. Ingenuos. Irreverentes. Inquietos. Agitadores… Creativos…
Larga vida al Rock ‘n’ Roll!

Pero, para muchos de nosotros, nuestro error fue que nuestra mística
estaba anclada a una épica destructiva.

En esta luz que anestesia el remordimiento, renace el deseo...
Si pudiese me daba un homenaje.
Por matar el miedo soy capaz…
Capaz de cualquier delito.

Dragones de color dorado…
Dragones de color dorado…

Sombras rotas. Letras chinas. Farolillos rojos…

Me muevo hacia delante para atrapar mi propio tiempo
y el tiempo va siempre hacia atrás…
De donde no se vuelve.

Sex Shop dijo...

Muy buenooo!!!!!!!!